El año pasado tome la decisión que hizo que hoy en día esté aquí escribiendo este post. Decidí compartir y enseñar los beneficios de los aceites esenciales sin saber realmente cómo lo haría o  que impacto tendría esto en mi vida y en la de mi familia.

Tomé esta decisión cuando ya era oficial nuestra misión de migrar de mi país Venezuela hacia España, Madrid. Cuando pensé en mi futuro sabía que trabajar en horario de oficina no era opción, al ser mamá de 3 pequeños y sin familia cerca no podía estar ausente de casa. Al ver que mi hijo le presentaba los aceites a cuanta persona nos visitara me hizo reflexionar ¿Por qué yo no hacer lo mismo? Al fin y al cabo hemos tenido mejorías con ellos y ya son parte de nuestra rutina ¿Cuál era la pena de contarle nuestra rutina a los amigos?

Superado esos miedos iniciales y trabajando mucho en mi desarrollo y crecimiento personal puedo decir que sigo siendo la misma, solo que hoy en día soy mi mejor versión:

• Tengo más paciencia. He aprendido que si yo realmente quiero hacer algo y llamarlo como propio requiere de mucho trabajo interno y preguntarme ¿Qué me gusta?, ¿Cuál es mi carácter real?, ¿Cómo sobrepaso las adversidades?, ¿Tengo las habilidades necesarias pera emprender?… Y todas esas repuestas requieren de mucha paciencia, porque si en 30 años no lo había concientizado, ¿Cómo lo lograría en un par de horas?
• He aprendido a comunicarme más. Yo soy una persona que su proceso creativo es interno pero vi que eso no es productivo, es más puede hasta ser contraproducente porque cuando escucho otras ideas y puntos de vista lo que hace es seguir alimentando mi proceso de creación. Y todo se hace por medio de una comunicación abierta.
• Entendí que la perfección no tiene que ser una limitante, más bien una opción de elegir crecimiento sobre comodidad. Al querer tener todo bajo lo que es para mí la perfección me paralizaba mucho, ya que siempre iba a encontrar algún detalle que mejorar o cambiar haciendo que postergará más de lo debido quedándome, sin darme cuenta en la comodidad. El crecimiento me hace publicar el post, un pensamiento, una actividad e ir mejorando mientras se lleva a cabo.
• Concientizar mi desarrollo personal. Como mamá sentía culpa de tomarme un tiempo personal, pero entendí que mientras yo me encuentre más segura de mí misma solo podría convertirme en una mejor madre para mis hijos. Ahora procuro siempre leer algo que me inspire y enseñe algo nuevo, ver videos de motivación, escuchar algún podcast de marketing, etc.

Así que sí, se podría decir que no soy la misma que el año pasado pero no me conecto al 100% con eso, me gusta mejor pensar que solo estoy hoy en día siendo una mejor versión de lo que fui ayer. Y de pensar, que pasará de aquí a otro año más o 5 o 10 ¡me infla el corazón con esperanza! Por que a pesar de ser el 2020 un año tan retador también me ha dado el tiempo para conocerme mejor, conocer mi nueva felicidad.

Te pregunto ¿te tomas el tiempo para crecer como persona? ¡Te invito a tomar riendas sobre el asunto! Métete en el curso que tanto quieres, publica ese post que te da pena, atrévete a salir de tu zona de confort 😉