Mucho hemos escuchado las bondades que es trabajar desde casa, pero la realidad no es siempre tan atractiva como se pinta. Hay que tener organización, enfoque y disciplina… Sin eso estamos destinados a procastinar – dejar para después – y fracasar.
Llevar un calendario de actividades y tareas creando una rutina ha sido lo que a mí me ha funcionado. Las horas con niños en casa son limitadas y si no se aprovecharlas cuando están en el colegio entonces ¿en qué momento soy productiva?

Quisiera compartir 5 tips que me funcionan:
- ¡Cámbiate la pijama! Si pasas el día despeinada y en pijama puede que no sea tu momento más creativo, no te sientas óptima y todo te genere flojera. Báñate, arréglate y vístete como si fueras a salir, ya verás que hacerlo como rutina mejorará tu actitud y desempeño laboral.
- ¡Busca herramientas! Ya sean de manejo de tiempo, organización o tareas pendientes. Es muy fácil que olvidemos nuestros deberes pero con tantas aplicaciones en la web solo queda de nosotros hacer el trabajo. Existen apps como Asana y Google Cal que en lo personal me ayudan muchísimo.
- ¡Crea tu propio espacio! Si tu oficina es tu sala –mi caso-, arma un estante donde tengas todo a la mano. Libros, cables, computadora, bolígrafos… No estés paseando por toda la casa buscando distracción. No necesitas un lugar grande, solo uno amigable y ordenado.
- ¡No tienes jefe, pero sí un negocio! El no tener jefe no es positivo para muchos. No tener una guía o el paso a paso diario es desafiante y por esa razón necesitas trazar metas reales y trabajar en base a ellas. Desglosa tu gran meta en medianos y pequeños pasos y ten el compromiso de cumplir con tus propias fechas de entrega.
- ¡Crea un horario y respétalo! Es demasiado fácil distraerse y pensar, luego termino este documento mejor me voy a doblar la ropa. Si es el momento de trabajar pues trabaja, y si es momento de ir a cocinar ve y prepara la comida más rica para tu familia. Pero no tengas sentimientos de culpa por uno u otro, lo tienes en la agenda ¿correcto? Ya llegará el momento de continuar.
Como mamá conozco el sentimiento de culpa que genera emprender desde nuestra sala. Pero llevando a cabo lo compartido sin duda alguna se convertirá en algo agradable.
¿Qué piensas comenzar a cambiar en tu rutina?